viernes, 4 de mayo de 2012

DIA 5 VIVIENDO LAS PALABRAS COMO LA PALABRA VIVA

El día de hoy me vino el recuerdo de apenas hace unas cuantas semanas atrás en las que le externaba a una persona cercana, que su comportamiento estaba  atentando contra mi propio bienestar. El hecho de que yo me atreviera a hablar directamente y sin rodeos acerca de algo que subjetiva-mente percibía como un atentado contra mi "autoridad" y mi espacio, al no ser tomada en cuenta por la otra persona, era ya en si mismo un hecho desafiante para mi. Fui criada en un ambiente donde las cosas no se hablan directamente, donde no se ponen sobre la mesa para dirimirse, a menos que haya un estallido de ira y el dialogo interno de uno haya escaldo niveles tales que ya no se puede contener dentro de si mismo y sale abruptamente. O bien hablar mal de la persona "atrás de ella" para ganar adeptos y aliados subrepticiamente a favor de la causa de uno.
Así que como decía el atreverme a exponer un tema que me compelía directamente, a alguien con quien apenas empezaba a convivir por cuestiones de renta del espacio donde vivo, fue todo un reto, me daba miedo "perder" ¿qué? no se, pero si miedo a perder mi imagen de "buena onda" . 

Bien fui honesta al poner las cosas sobre la mesa acerca del tema de interés principal para mi, pero no lo fue cuando me empece a dejar arrastrar por las "emociones" y deje de medir mis palabras trayendo otros temas que ya no formaban parte del caso y que me hicieron ver que uno de mis patrones ha sido presentarme ante mi misma como una victima, "yo tengo que hacer esto o lo otro" "tu no lo haces en la misma medida". El saldo que me dejó esta declaración fue de culpa y remordimiento, dado que yo misma me doy miedo con mis palabras, porque sé que puedo ser muy agresiva cuando las expreso, o tocar exactamente ahí donde a cada quien le duele, o se delizan como al acaso expresiones que enjuician subrepticiamente al otro. 

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme abusar de las palabras, al expresarlas con una carga emocional que puede llegar a ser destructiva

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme hablar desde la mente y dejar de respirar al hacerlo

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme ser emocionalmente victima cuando expreso que algo me esta afectando y no expresar las palabras con objetividad

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme mantener una carga de culpa y remordimiento al expresarme en cosas que me competen directamente frente a los actos de otras personas

Me perdono a mi misma por aceptar y permitir que las palabras sean letra muerta cuando son utilizadas y abusadas desde la mente para controlar y ponerse en un status de superioridad frente a otros seres que suprimimos con nuestras palabras como si fueran espadas afiladas

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme sentir vergüenza de expresarme como lo que yo soy 

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme utilizar las palabras para enjuiciar, intrigar, atentar contra otras personas y eliminarlas mentalmente al encontrarles "fallas", "defectos", etc.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme utilizar las palabras como "una inquisidora" frente a los otros para someterlos a juicio 

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme  eliminarme  a mi misma al suprimir mis palabras, por callar por miedo a ser marginada, rechazada de la "manada" ya sea familia, escuela, autoridad, relaciones, etc.

Me perdono a mi misma por aceptar y permitirme suprimirme a mi misma en la autocensura de mis palabras `por miedo a ser expuesta y reprimida como un feedback de mi memoria desde mi mas tierna infancia

Me perdono a mi misma por  por aceptar y permitir que la vergüenza haya anidado dentro de mi cada vez que tenia que expresarme públicamente desde que tengo conciencia.

Me comprometo a mi misma a expresarme como la palabra viva sin emociones, sentimientos o pensamientos. Sino la palabra que se vive como Uno con uno mismo en igualdad y unicidad con la palabra viva.

Me comprometo a mi misma a expresarme con honestidad siempre. aunque ello implique la marginacion de la manada, o del sistema de conciencia mental que rige el mundo y las relaciones en todos los niveles.

Me comprometo a mi misma a comunicar solo aquello que es mejor para la vida, en apoyo de mi misma y de todos como uno e igual con la vida.

Me comprometo a mi misma a volverme Uno e Igual con la palabra viva, es decir vivir las palabras como uno conmigo misma 

Me comprometo a mi misma nunca más abusar de las palabras para enjuiciar, engañar, aprovecharme, intrigar, chismear, para mantenerme en un estado de superioridad frente a mis congéneres sean quien sean.

Me comprometo a mi misma a vivir las palabras sin separación de lo que yo soy como Uno e Igual con la vida. 





2 comentarios:

Marlen dijo...

Gracias María por compartir, totalamente puedo comprender esa situación puesto que la he vivido por un tiempo ya - más vale totalmente sentar las reglas del juego y después de casi dos años ha funcionado 'bien.'

Maria dijo...

Gracias Marlen por tu comentario