Tengo miedo de que pase el tiempo, y de que la personas a mi alrededor con la que he establecido puntos de apoyo, relaciones de afecto, experiencias, vayan desapareciendo, enfermando, empobreciéndose. O bien que al pasar el tiempo las personas con las cuales he mantenido relaciones muy cercanas se olviden de mi y crezcan y se diviertan y se enamoren olvidándome, convirtiéndose en sombras lejanas a la distancia.
Tengo miedo de ver morir a las personas. Tengo miedo que el tiempo devore y diluya todo en la nada. Tengo miedo de que pase el tiempo y borre todo: a las personas, a las cosas, a las experiencias. Tengo miedo de ver sufrir, envejecer, morir, enfermar con el tiempo a las personas con la cuales he mantenido relaciones cercanas. Tengo miedo de que las personas que creo querer se olviden de mi para siempre. Tengo miedo de ver morir a las personas. Tengo miedo de no sentir nada con respecto a las personas con las cuales conviví, en el futuro. Tengo miedo del futuro y de que todo se lo lleve la tristeza. Tengo miedo de que la humanidad no nos paremos nunca por la vida.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido parar mi respiración y llorar mientras escribo esto. Me perdono a mi misma por imaginar dentro de mi mente un futuro desolador con respecto a las personas que digo querer como familiares, amigos, conocidos. Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido ponerme triste imaginando el futuro muerto de la humanidad, un futuro opresivo, cruel, donde el hombre sucumbe ante la maldad del hombre. Cuando y como me vea a mi misma proyectando mis propios miedos respecto a mi entorno y el futuro desolador. Me detengo y respiro. Pues comprendo que el futuro ya esta aquí y lo que percibo de mi entorno no es más que una realidad manifiesta de abuso permanente, de violación permanente de la vida, que ya nace muerta, pues al parecer la humanidad y cada uno de nosotros nos es casi imposible detener tanto abuso, porque somos incapaces de detener la adicción a la mente, y entonces creamos realidades muertas, desoladas, abusivas de la vida. Cuando y como me vea imaginando realidades muertas me detengo y respiro. Pues entiendo que mientras haya tiempo y vida todo puede revertirse en un momento, en un respiro, para levantarse por la vida.
Me comprometo a mi misma a no olvidarme del respiro para crear realidades que nazcan vivas, y no realidades que nazcan muertas.
Me perdono a mi misma por haber aceptado y permitido no darme cuenta, no ser consciente, de parar y dejar de alimentar los sistemas de la conciencia de la mente. Y establecerme aquí como la vida, paso a paso, respiro a respiro. Para que nunca más nazcan realidades muertas, donde todos empezamos a sucumbir ante el peso de nuestro propio abuso con la vida, el abuso de la mente que crea paraísos artificiales para evadirnos permanentemente de la realidad física que nos rodea. Y entonces la muerte, la pobreza, la vejez, la decadencia, la locura acechan en cada rincón del planeta para hacernos saber que seguimos prisioneros del tiempo y de sus ciclos interminable mente repetitivos de abuso y mente.
Me comprometo a mi misma a establecerme aquí como la vida, respirando, caminando un camino de perdón hacia mi misma y por todos mis compañeros como la humanidad entera, parando todo abuso dentro de mi misma, para parirme a mi misma como yo misma con cada respiro, cada perdón manifiesto y real, con el compromiso de corregirme a mi misma como acto seguido, borrando el paso del tiempo de la desolación dentro de mi misma, pues eso no es la vida, sino la muerte acechante que la humanidad entera hemos manifestado con nuestra permisión y participación.
Me comprometo a mi misma a no cejar, a no abatirme, por las consecuencias predecibles del abuso de las personas con la vida, por la predictibilidad de su vida pues el abuso de la mente se ha establecido como el pan de cada día por lo tanto es predecible las consecuencias al paso del tiempo: deterioro, vejez, muerte, locura, enfermedad, sufrimiento innecesario, pobreza, etc.
Me comprometo a mi misma a corregirme a mi misma a cada paso para detener todo abuso y contribuir poco a poco a la reconstrucción de la vida para todos por igual.
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